miércoles, 14 de octubre de 2015

SEÑAS DE IDENTIDAD

El sentir de ser y pertenecer.

Los seres humanos tenemos la necesidad de identificarnos con alguien, con un lugar, con una historia, en una palabra, saber quiénes somos y de dónde venimos, hacia donde vamos, ya es cosa nuestra. Lo anterior, es cosa de nuestros ancestros.
La primera identificación del individuo se encuentra en la prehistoria, pertenecía a un pequeño clan o tribu, como ser individual, no tenía identificación propia, formaba parte de un grupo.
Se tiene noticias pues que es en la antigua China hace 5000, donde se localiza por primera vez el apellido, que además era matronímico, es decir por herencia materna, que recibía primero el nombre de la madre y de segundo el propio.  En el 1500 a. C, esto cambia con la dinastía Shang, desapareciendo  el nombre de la madre a favor del padre, convirtiéndose así en patronímicos. Aún hoy se utiliza ese sistema.
Es en la antigua Roma, cuando los latinos inician la tradición de identificarse no sólo con su clan o tribu, sino de forma más individual con su familia. El modo de identificación triple o tria nómina. Llevaban su nombre primero, segundo el del clan o tribu a la que pertenecía, tercero el  familia, y cuarto, si lo había era el apodo, que lo distinguía de entre todos los demás. Así tenemos a Lucio Anneo Séneca, conocido como "Séneca el Joven".


Al llegar la E. Media, este sistema se olvida, debido a la llegada de las tribus barbaras.
No es hasta el año 898, en el acta de donación del rey Ordoño II, localizado en el monasterio de San Pedro de Montes en Ponferrada, donde se encuentra los primeros apellidos, correspondientes a personajes de la nobleza.

A partir del s. XIV, los notarios exigían en los reinos de Castilla y Aragón que tenía que constar además del nombre de pila un segundo, para diferenciarlo del resto de los miembros  la comunidad, es decir, que tenía que llevar un apellido.


Así pues es la Alta E. Media cuando los miembros de la nobleza comienzan a llevar como apellido el nombre de sus padres al que se les  añade el sufijo ”EZ” cuyo significado es “ hijo de”...Gonzalo, Fernando, Ramiro, Álvaro, Nuño. Aquellos que tengan apellidos que indiquen profesión, lugar, o características físicas, su origen corresponden a la gente del pueblo.

El uso obligatorio de los apellidos lo establece el Cardenal Cisneros en el 1501, en la que de forma obligatoria todas las personas tenían que llevar los apellidos que les dieran sus padres, quedando fijados para que los llevara el resto de la familia. Nacen así los apellidos familiares y nuestra seña identidad dentro de un grupo social.

El uso del sufijo -EZ es de orijen judío, ya que fueron éstos, una vez que fueron expulsados de España, y aquellos conversos que se quedaron, que colocaron la primera y la última  letra de la palabra EretZ, que significa Tierra de Israel en hebreo, de ese modo por muy lejos que estuvieran a través del apellido se reconocerían. También es de origen judío todos apellidos que lleven nombre de color (Rojo, Blanco...), de la naturaleza (Arroyo, Montes, Fuentes, Luna...) los que indican oficios, (Carpintero, Panadero, Rabadán, Pastor...) o acciones (Carreras...), (Cabeza de Vaca, . Si alguno de los que leéis este articulo tiene alguno de estos apellidos, ya tenéis una pista del origen de vuestra familia.