Las excavaciones llevadas a cabo por Fátima Castillo, en Octubre de 2014, ha puesto al descubierto, un horno cerámico, de 4,5 de diámetro, perteneciente probablemente a una villae suburbana dedicada principalmente a la producción de la terra sigilata hispana, que se encuentra a escasos metros del mismo. Su datación puede alcanzar la época bajoimperial.
Sobre esta misma villae, se levantará siglos mas tarde unas de las almunias de Abderraman I y Abderramán II, la Arruzafa.
Localizada a unos 2 Km. del propio centro de la ciudad. A unos 1500 m. aprox. se encontraba la denominada puerta Pretoriana o del Pretorio, y la villa se encontraba en el camino que comunicaba la Corduba romana con las minas de Cerromuriano.
CORDUBA ROMANA FUNDACIONAL.
La llegada de las tropas romanas para establecer su campamento de invierno durante la campaña en Numancia, de la mano del General Claudio Marcelo, data la fundación de la Corduba romana entre los años 169 y 152 a. C.
La nueva ciudad se desarrolló a unos 750 m. al NE del núcleo turdetano, sobre un espolón de la terraza cuaternaria que dominaba los dos vados fluviales existentes. Destacar de esta primera entidad urbana, es la irregularidad de su planta, que posiblemente obedece a la necesidad de combinar una estructura de campamento o, con una fuerte impronta militar, y una topografía accidentada que ofrecía posibilidades naturales de defensa, dejando sin ocupar la zona del río. De esta manera se conformó un característico aspecto exterior que se vio potenciado por la imponente muralla que desde el momento fundacional rodeó la ciudad,
datada aproximadamente en el tercer cuarto del s. II a. C., es el elemento arqueológico mejor conocido de esta etapa.
Durante el s.I d. C, Corduba sufre una monumentalización en la zona meridional, que indica la importancia de la ciudad dentro de Hispania y del propio Imperio, como capital de provincia.
El principal eje viario sería el Kardo Maximus desde la conocida como Puerta de Osario en la época bajomedieval, hasta una puerta meridional abierta hacia la ladera que conducía al río, puerta demolida en época de Augusto, como todo el lienzo meridional de la muralla republicana, para proceder a la ampliación de la ciudad.
El trazado del Decumanus Maximus es probable que ya desde el momento fundacional mostrara un eje doble con dos calles paralelas que conectarían con dos puertas, una situada en la muralla oriental (Puerta de Hierro o de Roma) y otra en la occidental (Puerta de Gallegos).
El trazado del Decumanus Maximus es probable que ya desde el momento fundacional mostrara un eje doble con dos calles paralelas que conectarían con dos puertas, una situada en la muralla oriental (Puerta de Hierro o de Roma) y otra en la occidental (Puerta de Gallegos).
Posible trazado del plano de la Corduba romana, siguiendo los restos de lienzo de muralla
Recreación e idealización del plano de la Corduba del s IVd. C
Lienzos de las murallas romanas
Restos de la muralla romana en Calle Capitulares
Restos del muro de la Puerta de Osario
(Su historia con Rutas por Córdoba)
Murallas de la Puerta del Puente
Pilares romanos del puente
Puente Romano, construido durante el s.I d.C. con Augusto. Única vía de comunicación entre la zona norte con el sur de la ciudad , y del resto de Hispania con la Bética.
El puente en el 1905
Documento curioso
Digno de ver este despertar del puente
Los principales centros de
la administración, tanto local como de la provincia
Baetica, se
situaban en la parte septentrional, en el foro colonial y en el foro
provincial (ubicado al menos
desde finales del s. II en la zona conocida por
Altos de Santa Ana). Por
contra, en el sector suroriental, fruto de la ampliación
augustea, se localizaba un
barrio de espectáculos en el que ya se ha
documentado el teatro e
identificado la probable ubicación del anfiteatro
Por último, investigaciones
llevadas a cabo en el antiguo Convento de San
Pablo, inmediatamente al
Oeste del Templo de la C/ Claudio Marcelo, ponen de relieve
determinadas estructuras y elementos articuladores del territorio, que hace pensar la
existencia de un gran edificio de espectáculos en este sector (circo), a extramuros
de la ciudad, vinculado con el programa edilicio del citado templo, conformando
un conjunto de culto imperial paralelo a los de Tarraco o Ancyra
Columnas del Templo de Claudio s.I d.C
Hasta mediados del s. IV de nuestra era, el desarrollo urbanístico de la ciudad se desplaza hacia
su sector septentrional, traspasando sus murallas y la necrópolis. Allí se construyó
un amplio conjunto palatino, cuya construcción supuso una importante transformación
de la ciudad, tanto en lo referente a la distribución de los espacios representativos
como en lo
concerniente a su propia imagen.
Se trata de un conjunto palatino
sede del emperador Maximiano Hercúleo, en relación con su presencia en Hispania
entre los años 296-297 y con los preparativos de la campaña pacificadora que inmediatamente después le conduciría al Norte de África.
El edificio en cuestión alcanza considerables dimensiones, superando los
cuatrocientos metros de longitud por doscientos metros de anchura. Presenta
un original diseño organizado gracias a un criptopórtico semicircular, en torno
al cual se distribuyen las distintas estancias que conforman el conjunto,
caracterizadas por la incorporación de grandes salas de recepción o
audiencia.
su sector septentrional, traspasando sus murallas y la necrópolis. Allí se construyó
un amplio conjunto palatino, cuya construcción supuso una importante transformación
de la ciudad, tanto en lo referente a la distribución de los espacios representativos
como en lo
sede del emperador Maximiano Hercúleo, en relación con su presencia en Hispania
entre los años 296-297 y con los preparativos de la campaña pacificadora que inmediatamente después le conduciría al Norte de África.
El edificio en cuestión alcanza considerables dimensiones, superando los
cuatrocientos metros de longitud por doscientos metros de anchura. Presenta
un original diseño organizado gracias a un criptopórtico semicircular, en torno
al cual se distribuyen las distintas estancias que conforman el conjunto,
caracterizadas por la incorporación de grandes salas de recepción o
audiencia.
Restos del Palacio de Maximiano Hercúleo
Necropolis romanas
La muerte
era algo muy importante en la sociedad romana. Era el paso de la vida terrenal
a una nueva vida y había que celebrarlo y llorarlo a la vez. Si bien era una
pérdida, tampoco se convertía en un cataclismo. De hecho lo celebraban con
largos festejos y banquetes que podían durar hasta nueve días.
Debido
a la Ley de las XII Tablas los romanos tenían prohibido enterrar a sus muertos
dentro de la ciudad. Una medida higiénica muy importante que hizo que éstos se
enterraran en las necrópolis, situadas a los lados de las carreteras y los
caminos y en las zonas habilitadas para ello a las afueras de las ciudades.
Del romano
más humilde al más rico, todos trataban con respeto a sus muertos, algunos de
los cuales llegaban a formar parte de los Lares, los dioses protectores del
hogar. Los esclavos, al no ser considerados personas sino objetos, eran
depositados en pudrideros comunes.
Córdoba contaba desde la época Republicana, con cuatro necropolis, norte, sur este y oeste. De todas ellas, sólo han quedado muestra la correspondiente a la zona de los nobles y ricos, las necropolis occidenta y la norte.
El tipo de construcción, denotaba la pertenecia a una familia patricia, como es el caso, con el empleo de grandes sillares, S. I a.de C. (tumbas de Conde Vallellano y Puerta Sevilla)
Mausoleo romano s.I de de C. (necropolis noroccidental)
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