Corduba tartésica

Ya en el III milenio a. C. parece que la población se traslada a la orilla izquierda del Guadalquivir, en su parte oriental, de forma continuada e ininterrumpida hasta el s.II a.C. y ya comienza a hablarse de Corduba.
Hacia el siglo VIII a. C., en el marco del llamado horizonte tartésico antiguo, se puede hablar ya de un núcleo protourbano, que ejercía una importante función de control y explotación del territorio circundante, función ésta que se  afianzó y potenció durante el período orientalizante, advirtiéndose características plenamente urbanas gracias a la fuerte expansión de la economía, sobre todo de la mano de la metalurgia del cobre y la plata actuando la ciudad como centro distribuidor, en el que confluyen una serie de vías y caminos que ponen en comunicación la zona minera de Sierra Morena, las fértiles tierras de la campiña y el eje vertebrador que supone el río Guadalquivir. A la explotación de los metales se unía la actividad agrícola que se convertirá tal vez en el pilar básico de la economía a finales del periodo orientalizante.
En  la etapa turdetana no se produce un retraimiento o involución de la ciudad que mantuvo su primacía en el ámbito del valle medio del Guadalquivir actuando como centro de redistribución y comercialización de cerámicas áticas hasta finales del s. IV a. C. Este núcleo urbano prerromano se localizaba en la zona occidental, en la orilla derecha del río  se extendía por la denominada Colina de los Quemados, con distintos sectores que se suceden desde el cementerio de Nuestra Señora de la Salud al Parque Municipal Cruz Conde, antiguo Hospital Provincial y la zona más alta de Fontanar de Cabanos. 
Se trata de una colina alargada, paralela a la ribera derecha del Guadalquivir y elevada sobre la llanura aluvial. Hacia el río la pendiente es bastante abrupta, escasa en sus extremos y prácticamente inexistente hacia la parte opuesta al río. Es aquí, como queda dicho, donde se constituyó el primer asentamiento de
la Córdoba indígena hasta el siglo II a.C. momento de la llegada del general romano Claudio Marcelo.
Es también aquí en este margen del río donde parece haber existido un puente de piedra, a la altura de la puerta de entrada del Jardín Botánico, que comunicaba el poblado turdetano con la campiña, según comenta Ramírez de Arellano, como es nombrado en el Bellun Hispaniensis de Julio Cesar y tal como algunos contemporáneos hacen notar al referirse al termino de "las doce piedras" , espacio localizado en el río cuando la población practicaba el baño en época de estío.
 En época árabe este lugar, vecino a los arrabales occidentales, tomó el nombre de cerro o al-kudya de Abi'Abda, porque en la cima del actual Parque Cruz Conde se hallaba la mezquita de Ibn Abi 'Abda, nombre de un famoso chambelán del emir 'Abd al-Rahmán II.
                                      Plano correspondiente al asentamiento turdetano de Corduba
  Colina de los Quemados (Parque Cruz Conde)

Avenida del Linneo entorno de localización de la Corduba turdetana (Colina de los Quemados)

Debido al microclima existente en esta margen del Gudalquivir, favorece la abundante variedad de flora, como lo muestra el maravilloso Jardín Botánico de Córdoba, situado en la entrada del antiguo poblado tartésico.
Orígenes del toponimio de Córduba
El paleo-topónimo Corduba resultaría ser pre-tartésico y, por supuesto, pre-ibérico/turdetano (horizontes culturales que actuarían como superestratos lingüísticos) y remontaría, por consiguiente, a la denominación
toponomástica impuesta por los primeros pobladores del asentamiento de la Colina de los Quemados con anterioridad al I Milenio a. C.
El elemento cord-, creen algunos autores e investigadores que debe partirse de un radical léxico de origen indoeuropeo kar(r)- 'piedra, pedregoso' y por extensión 'cerro, peña', el cual tiene nutrida presencia en
la toponimia europea y peninsular ibérica a través de diversos alargamientos o desarrollos
consonánticos en kart-/kard, kark-, kars-, karau-, karm-/karn-, etc.
Etimologicamente es una variante de la palabra indoeuropea *up- 'agua, río',variante que no puede ser atribuida a las lenguas célticas .
En algún momento no determinable por ahora, hubo de establecerse en el sur peninsular un pueblo hablante de una lengua indoeuropea que tenía la variante *ub- y *uba para designar la realidad 'agua/río'., este elemento uba (a veces oba) corresponde al apelativo 'agua/río' y no a 'ciudad', como se venía sosteniendo, se ve apoyado por el edetano río Uduba, exclusivamente hidrónimo, por los ríos andaluces nombrados Maenuba (actuales Vélez y Guadiamar) y por el hidrónimo malagueño Salduba.
Este 'pedregal fluvial' o 'río pedregoso' en lengua indoeuropea meridional quizás deba ser relacionado (y tan sólo es una hipótesis) con el pueblo que ocupó el lugar durante el Bronce Pleno en el II Milenio a. C., cuyos restos, son los vestigios arqueológicos más antiguos del asentamiento. Este pueblo que construía muros con grandes guijarros y fabricaba cerámica tosca hecha a mano, pero que ni siquiera trató de nivelar o alisar la grandes irregularidades calizas que presentaba la colina, pudiera ser los que dieran nombre a nuestra CORDUBA, CÓRDOBA. Juan Antonio Chavarria Vargas

Resto de construcción del poblado turdetano. Posiblemente pertenezca a un templo del s.I a. C., por el tamaño de los sillares y por la planta (Parque Cruz Conde)
   Video sobre Tartesos.

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