La llegada de Abd al-Rahmān I a Al-Andalus, supuso el inicio del engrandecimiento de esta tierra.
A pesar de su trágica huida de su patria, siempre estuvo en su mente y corazón su vida allende donde nace el sol.
Tanto es así, que cuando comienza su gobierno como príncipe independiente (emir), la renovación de Córdoba, sus calles sigue el trazado de su querida Damasco.
El crecimiento y enriquecimiento de Al-Andalus, es gracias a esta dinastía, convirtiendo esta tierra en la más rica y lujosa de todo Occidente. Mejoraron su economía, agricultura e industria, y lo convirtieron en un foco de cultura que iluminaría después a Europa.
La influencia de la cultura hispano visigoda, hispano romana, dota a la Península Ibérica de una idiosincrasia, que hace que todo el que llega, acaba adaptándose a la relajación de costumbres duras e intransigentes. Esto hace que ideológicamente, al-Andalus estaba muy lejos de Oriente, cuna del Islam, se fueron suavizando algunas normas sociales. ¡Si es que como en España no se vive en ningún sitio! Por ejemplo, la mujer gozaba en al-Andalus de mayor libertad que en el resto del mundo islámico, al menos en la clase social alta.
Hubo mujeres cultas que se distinguieron y llevaron una vida bastante independiente e interesante.
Wallada fue una de ellas, gran escritora y poetisa, hija del Califa Abderraman V.
WALLADA LA OMEYA
Además, los hispanomusulmanes consumían vino, con independencia de su condición social, a pesar de la estricta prohibición incluida en el Corán acerca de turbarse con el jugo de la uva fermentada.
He aquí que allá por el año 822, Alhakam I, manda un emisario a Egipto para traer a Córdoba a un joven poeta que, debido a celos, envidias y trifulcas por su superioridad como músico, tuvo que abandonar la corte de Bagdad y refugiarse en el Cairo (Fastahg). A su mentor no le sentó nada bien que aquel chavalillo al que llamaban “el mirlo negro”, Ziryab, por el color oscuro de su piel y el dulce sonido de su voz, fuera mejor que él.
El emir Al-Hakam I, conocedor se su fama, lo quiere tener en la corte. Pero como muere antes de su llegada, es su hijo Abd al-Rahmān II quien decide continuar con al idea de su padre, y se establece en la corte cordobesa como poeta, gastrónomo, estilista ¡gran adquisición la de Abd al-Rahmān II!
¡Y con él llegó la revolución!. Este "mirlo", no solo era músico, si no que traía unas costumbres muy avanzadas y exquisitas de la corte de Bagdad. Impuso el uso de tenedor en la mesa, vasos de vidrio en lugar de plata o barro, menú de 3 platos, oye, ¡hasta te puso el mantel!
Introdujo el arte de la ornamentación de los platos y el orden en que debían servirse, finuras casi desconocidas en la tosca Europa del medievo. De primero sopas y entremeses, de segundo pescados y carnes, de postre dulces y para concluir, una copita de licor. Ríete tú de Arzac, Ferrá Adriá, Arguiñano. ¡Un genio!.
Las recetas de la cocina oriental, como las albóndigas o los espárragos, cuyos brotes crecían espontáneamente en al-Ándalus, fueron traídos por él desde oriente. Al igual que postres que seguimos comiendo en Navidad, como el turrón, los polvorones o los mazapanes.
Estilista andalusí
Creador de belleza observador de la misma. Metió mano en el asunto de la moda, promulgando un calendario de la moda, aconsejando el uso del blanco para el verano, la variedad de colores para la primavera y los tonos pardos para el otoño y el invierno ¡Vamos, el creador pasarelas!.
Impuso el corte de flequillo, algo que sólo puede ser un triunfo o una tragedia, nunca un término medio. Antes de él lo que se llevaba era la melena larga con la raya en medio. Fue la influencia innovadora de Ziryab la que trajo un corte corto y redondeado, tanto para hombres como mujeres. ¡La moda vasca actual!
NOBLES A LA MODA (SALA DE LOS REYES, ALHAMBRA)
El flamenco andalusí
Los hispanomusulmanes que fueron muy aficionados a todo tipo de música en todas las épocas, animaban todo festejo y reunión con música. Este panorama le debió fascinar al bagdadi, tanto fue así que, fundó en Córdoba lo que puede considerarse el primer conservatorio de música de Europa. Él mismo ejerció como pedagogo musical, revolucionando los métodos de la enseñanza de este arte. De la mano de Ziryab entraron en la Península las melodías orientales de origen greco-persa, que son la base de buena parte de músicas tradicionales como el flamenco. Este cante jondo andaluz tiene auténtica afinidad con el cante folklórico indo-pakistaní.
Ziryab no tuvo bastante con lo anterior, si no que además introdujo una quinta cuerda en el laúd árabe, convirtiéndose en el abuelo de la guitarra española. ¡Olé!
En honor a este gran personaje, se construye en Córdoba el Conservatorio de Música Ziryab.
Cómo regalo a todos los servicios prestados, Abd al-Rahmān II, no solo le da 20000 dinares de plata a su llegada, si no que además de un sueldo vitalicio le regala una almunia, situada en el margen izquierdo del río a su paso por la ciudad.